Vamos a recordad los cuentos que mama y papa nos contaban.

Ahora nos toca a nosotras/os a reinventar los cuentos a los demás de mil formas distintas y divirtiendonos.

En el lateral, podemos ver los cuentos que iremos trabajando a lo largo del trimestre.


¡EMPEZAMOSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS!



martes, 5 de octubre de 2010

Actividades realizadas en animación a la lectura.




Dibujos de los cuentos : Los Tres Cerditos y Barba Azul.

En este video podemos ver los dibujos elaborados a partir de una serie de actividades previamente realizadas para la animación a la lectura.

domingo, 3 de octubre de 2010

La Hormiga y la Cigarra


Actividades previas:


  • Tendrán que inventarse una canción con las palabras hormiga, cigarra y guitarra.

  • Escribirán un pequeño poema compuesto de:

  • Hormiga+adjetivo+ advebio + adjetivo

  • nombre+ adjetivo

  • Cigarra

  • frase de 5 palabras

  • Guitarra

  • Cigarra+ adjetivo

  • despedida en otro idioma.

LA HORMIGA Y LA CIGARRA




Cantó la cigarra durante todo el verano, retozó y descansó, y se ufanó de su arte, y al llegar el invierno se encontró sin nada: ni una mosca, ni un gusano.

Fue entonces a llorar su hambre a la hormiga vecina, pidiéndole que le prestara de su grano hasta la llegada de la próxima estación.

-- Te pagaré la deuda con sus intereses; -- le dijo --antes de la cosecha, te doy mi palabra.

Mas la hormiga no es nada generosa, y este es su menor defecto. Y le preguntó a la cigarra:

-- ¿ Qué hacías tú cuando el tiempo era cálido y bello ?
-- Cantaba noche y día libremente -- respondió la despreocupada cigarra.
-- ¿ Conque cantabas ? ¡ Me gusta tu frescura ! Pues entonces ponte ahora a bailar, amiga mía.
No pases tu tiempo dedicado sólo al placer. Trabaja, y guarda de tu cosecha para los momentos de escasez.


Actividad posterior.

  • Realizar una composición artística con acuarelas.

La Lechera

Llevaba en la cabeza
una Lechera el cántaro al mercado
con aquella presteza,
aquel aire sencillo, aquel agrado,
que va diciendo a todo el que lo advierte
«¡Yo sí que estoy contenta con mi suerte!»
Porque no apetecía
más compañía que su pensamiento,
que alegre la ofrecía
inocentes ideas de contento,
marchaba sola la feliz Lechera,
y decía entre sí de esta manera:
«Esta leche vendida,
en limpio me dará tanto dinero,
y con esta partida
un canasto de huevos comprar quiero,
para sacar cien pollos, que al estío
me rodeen cantando el pío, Pío.
Del importe logrado
de tanto pollo mercaré un cochino;
con bellota, salvado,
berza, castaña engordará sin tino,
tanto, que puede ser que yo consiga
ver cómo se le arrastra la barriga.
Llevarélo al mercado,
sacaré de él sin duda buen dinero;
compraré de contado
una robusta vaca y un ternero,
que salte y corra toda la campaña,
hasta el monte cercano a la cabaña.»
Con este pensamiento
enajenada, brinca de manera
que a su salto violento
el cántaro cayó. ¡Pobre Lechera!
¡Qué compasión! Adiós leche, dinero,
huevos, pollos, lechón, vaca y ternero.
¡Oh loca fantasía!
¡Qué palacios fabricas en el viento!
Modera tu alegría,
no sea que saltando de contento,
al contemplar dichosa tu mudanza,
quiebre su cantarillo la esperanza.


Actividades

  • Cada uno tendrá una estrofa del cuento.
  • Así pues, tendrán que intentar memorizar el texto o en todo caso leerlo interpretándolo.



  • A partir de ahí, tendrán que adivinar como va ordenado el cuento, a partir de las escuchas de los compañeros

FABULAS DE ESOPO

FABULAS DE ESOPO

Introducción y realización:

Se dirán los personajes de las distintas fabulas.

Crearán a partir de los personajes una historia en forma de cómics, historia, verso.

Posteriormente, un voluntario leerá la fabula.

Pensar: ¿Qué quiere decirnos esta fabula?
            


Una vez que se hayan tratado las tres fabulas.

Tendrán que adivinar la moraleja de cada uno.



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EL VIEJO PERRO CAZADOR


Un viejo perro cazador, que en sus días de juventud y fortaleza jamás se rindió ante ninguna bestia de la foresta, encontró en sus ancianos días un jabalí en una cacería. Y lo agarró por la oreja, pero no pudo retenerlo por la debilidad de sus dientes, de modo que el jabalí escapó.
Su amo, llegando rápidamente, se mostró muy disgustado, y groseramente reprendió al perro.
El perro lo miró lastimosamente y le dijo:
-Mi amo, mi espíritu está tan bueno como siempre, pero no puedo sobreponerme a mis flaquezas del cuerpo. Yo prefiero que me alabes por lo que he sido, y no que me maltrates por lo que ahora soy


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EL LOBO FLAUTISTA Y EL CABRITO.


Un cabrito se rezagó en el rebaño y fue alcanzado por un lobo que lo perseguía. Se volvió hacia éste y le dijo:
-- Ya sé, señor lobo, que estoy condenado a ser tu almuerzo. Pero para no morir sin honor, toca la flauta y yo bailaré por última vez.
Y así lo hicieron, pero los perros, que no estaban lejos, oyeron el ruido y salieron a perseguir al lobo. Viendo la mala pasada, se dijo el lobo:
-- Con sobrada razón me ha sucedido esto, porque siendo yo cazador, no debí meterme a flautista


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MORALEJAS.

ADIVINA A QUÉ FABULA CORRESPONDE

Cuando vayas a efectuar una nueva actividad,
antes ten en cuenta tus capacidades y las circunstancias,
para valorar si podrías salir adelante.


Nunca desprecies las promesas de los pequeños honestos
Cuando llegue el momento las cumplirán



La Sirenita

@ EN LA RED@

Sesión cine

Pelicula de la Sirenita :
Parte 1. http://www.youtube.com/watch#!v=gzdlKFmd-iA&feature=related
Parte2. http://www.youtube.com/watch#!v=Yfbb3k42CWQ&feature=related
Parte3. http://www.youtube.com/watch#!v=vb9dJA1PNrE&feature=related




CUENTO DE LA SIRENITA

En el fondo del mar había un castillo. Allí vivía un rey que tenía seis hijas, todas ellas sirenas de gran belleza. La más bella de todas era la pequeña; su piel era tan suave y delicada como un pétalo de rosa, sus ojos eran azules como el mar.
Como todas las sirenas, no tenía piernas; su cuerpo acababa en una gran cola de pez. Poseía la más bella voz que nunca se había oido.

Todos los días las sirenas jugaban en las grandes habitaciones de palacio. Cuando las ventanas estaban abiertas, los peces entraban y salían libremente. Eran tan mansos que nadaban hasta donde estaban ellas, comían de sus propias manos y se dejaban acariciar y hacer cosquillas.

Nada los gustaba más a las sirenas que escuchar las historias que los explicaba su abuela sobre el mundo que existía más allá del mar. Pedían que les hablase sobre árboles, pájaros, ciudades y personas que utilizaban piernas para caminar.

-Cuando cada una de ustedes cumpla 15 años -decía la abuela-, podrá nadar hasta la superficie del mar y, reclinada sobre alguna roca, ver los barcos que pasan.

Por fin llegó el día en que la sirenita cumplió sus 15 años, saludó a todos y nadó con ligereza ascendiendo hasta la superficie.

Cuando alzó la cabeza sobre el agua, el sol estaba poniéndose, las nubes se veían de color rosa, el mar estaba calmado y empezaba a brillar el sol.

Se quedó deslumbrada mirando las aves que pasaban y las estrellas que iban apareciendo. Gozó con la brisa que rozaba su rostro y acariciaba su pelo.

En la lejanía, vio una nave. Nadando se acercó a ella, se sentó sobre una roca y observó atenta a los marineros que iban y venían alzando las velas.

-¡Qué fuertes y viriles son!- pensaba la sirenita. Se sentía feliz. Pero más se emocionó aún cuando apareció en cubierta un elegante y joven príncipe.

Se había hecho muy tarde ya, pero no podía apartar sus ojos del barco ni del bello príncipe.

De repente el cielo se cubrió de nubes, el viento sopló cada vez más fuerte, los truenos estallaron en estrépito y el mar provocó inmensas olas que sacudieron violentamente el barco hasta hundirlo.

La sirenita nadó precipitadamente para salvar el príncipe. Sostuvo su cabeza sobre las olas, dejando que la corriente les llevase hasta la costa.
Arrastrándose pudo dejarlo sobre la arena de la playa. Le acarició y le besó con mucha ternura. Se quedó a su lado cuidándolo, cantando para él las más bellas canciones durante toda la noche. Cuando salió el sol, vio que el príncipe despertaba. Entonces, volvió al fondo del mar. Volvió a su mundo acuático con el corazón enamorado de un príncipe terrestre.

Explicó a su abuela lo que había sucedido. Ahora solo deseo -le dijo- volver al mundo exterior para poderlo ver.Lo amo. Deseo vivir con él en la tierra!

-¿Pero qué dices, chiquita? -la interrumpió la abuela muy irritada- tu vida, tu mundo, somos nosotros. ¡Ni se te ocurra tal tonteria!.

La sirenita, entonces, decidió ir a ver a la bruja del mar. Pese a la repugnancia que le producía, sabía que solo ella la podría ayudar. Nadó hacia las profundidades pasando por aguas arremolinadas, cruzó por entre las piedras y algas enroscadas como verdes serpientes, y finalmente encontró el cubil de la bruja, rodeada de peces con ojos punzantes, tiburones y serpientes. Allá la bruja le dio un brebaje que le permitiría cambiar su cola por unas piernas, para poder salir en la superficie.

La sirenita tomó el brebaje y nadó hasta la superficie. Mientras subía sintió un horrible dolor en su cola de pez. Cuando llegó a la costa tenía dos bonitas piernas. Quiso cantar de felicidad, pero la bruja le había robado, de pasada, su bella voz. Se reclinó en la arena recordando a su amado y se durmió. Cuando despertó, a su lado estaba su príncipe, más bello y radiante que nunca.

-Gracias! - exclamó - Me has salvado la vida, he venido a esta playa todos los días a buscarte. Y hoy, al fin, ¡he tenido la suerte de encontrarte! Ella le miró con los ojos mucho abiertos y le sonrió. -Sin embargo, ¿quien eres?- preguntó el príncipe, afligido.La sirenita negó con la cabeza. El príncipe entonces la cogió de la mano y la llevó al palacio.

-Te diré Aurora- le dijo. La sirenita conoció bailes, realizó paseos por las montañas y cabalgó por los prados.

- Aurora -la gritó un día el príncipe- te presento a Úrsula, princesa de un país lejano. Se quedará con nosotros de visita. La sirenita, mientras saludaba a Úrsula, advirtió algo extraño en sus ojos. Un brillantez de maldad se reflejaba en ellos.

Transcurrían los días y el príncipe se acercaba más y más a Úrsula, dejando sola a la pobre sirenita, que no dejaba de pensar donde había visto aquellos ojos.

Una noche, durante una fiesta a palacio, Úrsula cantó con una voz bella. La sirenita reconoció entonces su propia voz, que la bruja le había robado el día que transformó su cola de pez en piernas de mujer. El príncipe quedó pasmado ante aquella voz, cálida, clara y tierna. Entonces propuso a Úrsula que se casase con él.

La ceremonia se iba a realizar en alta mar. La noche de la boda, la sirenita estaba muy bella, pero más triste que nunca. Mirando el mar, deseó estar al lado de su familia. Fue entonces que surgieron desde el agua sus hermanas mayores. ¡Cuál alegría tuvo al verlas! La sirenita las abrazó con los ojos llenos de lágrimas. Las hermanas le dijeron: - Entregamos a la bruja nuestras joyas para que nos explicase toda la verdad y poderte encontrar.

-Escucha con atención hermanita - dijo la más grande-. Hay una forma de romper el encantamiento de la bruja. Si besas el príncipe este se enamorará nuevamente de tí, volverás a tener tu voz y Úrsula volverá a ser la bruja de los mares.

La sirenita sonrió a sus hermanas y entró en el salón donde todos, reunidos, esperaban la ceremonia de la boda. Se lanzó a los brazos del príncipe y besó sus labios con todo el amor de su alma. En aquel mismo momento se rompió el maléfico embrujamiento. El barco se sacudió con violencia y Úrsula perdió todos sus falsos encantos. Convertida otra vez en bruja, se lanzó al mar. Y todos escucharon de los labios de la sirenita la verdad de la historia.

-¡Como pude hacerte tanto mal! dijo el príncipe conmovido, y añadió dulcemente: -Pido que me perdones y acceptes, si es que aún me quieres, que te proteja y te brinde mi amor para siempre. ¿Deseas ser mi esposa?

La sirenita le miró jubilosa y besó nuevamente sus labios con toda la ternura que tuvo para él desde la noche que le conoció.La fiesta se realizó en un barco de lujo. Fue la boda más espléndida que nunca se hubiese visto.

Las sirenas nadaron hasta la superficie para cantar al unísono. Los peces alzaron la cabeza por encima las olas haciendo brillar sus escamas doradas. Incluso el gran rey de los mares subió para ver a su hija. La sirenita, habiendo ya recuperado la voz, cantó con sus hermanas, llenando de gozo el corazón del príncipe.



Actividades:

Encontrar en internet el autentico final de la sirenita.
-         Se facilita a cada grupo un párrafo del cuento.
-         Tendrán que inventarse otro final.
-         Deben disfrazarse con elementos que tengan disponibles en ese momento y narrar la historia.

Ricitos de Oro.


Una tarde se fue Ricitos de Oro al bosque y se puso a recoger flores. Cerca de allí había una cabaña muy linda, y como Ricitos de Oro era una niña muy curiosa, se acercó paso a paso hasta la puerta de la casita. Y empujó.
La puerta estaba abierta. Y vio una mesa.

Encima de la mesa había tres tazones con leche y miel. Uno, grande; otro, mediano; y otro, pequeñito. Ricitos de Oro tenía hambre y probó la leche del tazón mayor. ¡Uf! ¡Está muy caliente!

Luego probó del tazón mediano. ¡Uf! ¡Está muy caliente! Después probó del tazón pequeñito y le supo tan rica que se la tomó toda, toda.

Había también en la casita tres sillas azules: una silla era grande, otra silla era mediana y otra silla era pequeñita. Ricitos de Oro fue a sentarse en la silla grande, pero ésta era muy alta. Luego fue a sentarse en la silla mediana, pero era muy ancha. Entonces se sentó en la silla pequeña, pero se dejó caer con tanta fuerza que la rompió.

Entró en un cuarto que tenía tres camas. Una era grande; otra era mediana; y otra, pequeñita.

La niña se acostó en la cama grande, pero la encontró muy dura. Luego se acostó en la cama mediana, pero también le pereció dura.

Después se acostó en la cama pequeña. Y ésta la encontró tan de su gusto, que Ricitos de Oro se quedó dormida.

Estando dormida Ricitos de Oro, llegaron los dueños de la casita, que era una familia de Osos, y venían de dar su diario paseo por el bosque mientras se enfriaba la leche.

Uno de los Osos era muy grande, y usaba sombrero, porque era el padre. Otro era mediano y usaba cofia, porque era la madre. El otro era un Osito pequeño y usaba gorrito: un gorrito pequeñín. El Oso grande gritó muy fuerte:

-¡Alguien ha probado mi leche!

El Oso mediano gruñó un poco menos fuerte:

-¡Alguien ha probado mi leche!

El Osito pequeño dijo llorando y con voz suave:

-¡Se han tomado toda mi leche!

Los tres Osos se miraron unos a otros y no sabían qué pensar. Pero el Osito pequeño lloraba tanto que su papá quiso distraerle. Para conseguirlo, le dijo que no hiciera caso, porque ahora iban a sentarse en las tres sillitas de color azul que tenían, una para cada uno.

Se levantaron de la mesa y fueron a la salita donde estaban las sillas.

¿Que ocurrió entonces?

El Oso grande grito muy fuerte:

-¡Alguien ha tocado mi silla!

El Oso mediano gruñó un poco menos fuerte:

-¡Alguien ha tocado mi silla!

El Osito pequeño dijo llorando con voz suave:

-¡Se han sentado en mi silla y la han roto!

Siguieron buscando por la casa y entraron en el cuarto de dormir. El Oso grande dijo:

-¡Alguien se ha acostado en mi cama!

El Oso mediano dijo:

-¡Alguien se ha acostado en mi cama!

Al mirar la cama pequeñita, vieron en ella a Ricitos de Oro, y el Osito pequeño dijo:

-¡Alguien está durmiendo en mi cama!

Se despertó entonces la niña, y al ver a los tres Osos tan enfadados, se asustó tanto que dio un brinco y salió de la cama.

Como estaba abierta una ventana de la casita, saltó por ella Ricitos de Oro, y corrió sin parar por el bosque hasta que encontró el camino de su casa.












Introducción y realización de la actividad:

-         Se facilita a cada grupo el cuento de ricitos de oro.
-         Tendrán que realizar con cucharas y plastilina las marionetas de los personajes.
-         Así pues, realizaran el escenario.
-         Tendrán tiempo para ensayar.
-         Luego tendrán que contar la historia de Ricitos de oro.




Adaptación infantil:
·        A los pequeños se les leerá el cuento de ricitos de oro.
·        Realizaran la misma actividad anterior.



 @UTILIZAMOS LA RED@

Cuento con imagenes:

El cuento en inglés:

Obra teatral de Ricitos de Oro

Video en inglés:





Blancanieves y los siete enanitos











En un país muy lejano vivía una bella princesa llamada Blancanieves, que tenía una madrastra, la Reina, muy vanidosa.
La madrastra preguntaba a su espejo mágico
- Espejito, espejito, di, ¿Quién es la más bella de todas las mujeres?
Y el espejo contestaba :
- Tú eres, oh Reina, la más bella de todas las mujeres.
Y fueron pasando los años. Un día la Reina preguntó, como siempre, a su espejo mágico:
- Espejito, espejito, di, ¿Quién es la más bella de todas las mujeres?
Pero esta vez el espejo contestó:
- La más bella es Blancanieves.
Entonces la Reina, llena de ira y de envidia, buscó un cazador y le ordenó:
- Llévate a Blancanieves al bosque, mátala y como prueba de haber realizado mi encargo, tráeme en este cofre su corazón.
Pero cuando llegaron al bosque, el cazador sintió lástima por la inocente joven y la dejó huir, sustituyendo su corazón por el de uno jabalí.
Blancanieves, al verse sola, sintió miedo y lloró. Llorando y caminando pasó la noche, hasta que, al amanecer, llegó a una claro en el bosque y descubrió allí una casa preciosa.
Entró sin dudarlo. Los muebles eran pequeñísimos y, sobre la mesa, había siete platillos y siete cubiertos diminutos. Subió a una habitación, que estaba ocupada por siete camitas. La pobre Blancanieves, agotada después de caminar toda la noche por el bosque, juntó todos las camitas y al momento se quedó dormida.
Por la tarde llegaron los propietarios de la casa, siete enanos que trabajaban en unas minas y que se admiraron al descubrir a Blancanieves.
Entonces ella les explicó su triste historia. Los enanos suplicaron a la niña que se quedase con ellos y Blancanieves aceptó, se quedó en vivir con ellos y todos eran felices.
Mientras tanto, en palacio, la Reina volvió a preguntar al espejo:
- Espejito, espejito, ¿quien es ahora la más bella?
- Sigue siendo Blancanieves, que ahora vive en el bosque en casa de los enanos.
Furiosa y vengativa como era, la cruel madrastra se disfrazó de inocente viejecita y se dirigió hacia la casita del bosque.
Blancanieves estaba sola, porque los enanos estaban trabajando en la mina. La malvada Reina ofreció a la niña una manzana envenenada y cuando Blancanieves le dio el primer mordisco, cayó desmayada.
Al volver, ya de noche, los enanos a su casa, encontraron a Blancanieves tumbada en el suela, pálida y quieta, creyeron que había muerto y le construyeron una urna de cristal para que todos los animales del bosque se pudiesen despedir.
En aquel momento apareció un príncipe montado sobre un majestuoso caballo y solo contemplar a Blancanieves quedó enamorado de ella. Quiso despedirse besándola y de repente, Blancanieves volvió a la vida, porque el beso de amor que le había hecho el príncipe rompió el encantamiento de la malvada Reina.
Blancanieves se casó con el príncipe y expulsaron a la cruel Reina. Y desde entonces todos vivieron felices.
                        

ACTIVIDADES.

-         Se facilita a cada grupo los personajes del cuento.
-         Tendrán que crear varios escenarios de revistas y colocar los personajes pegados en ellos.
-         La relación de hechos tendrá que tener el sentido.
-         Posteriormente, se les facilitara el cuento para que comprueben si los han realizado.

Adaptación infantil:
·        A los pequeños se les leerá la mitad del cuento de Blancanieves·        Tendrán que inventarse el final, puede ser del que conozcan o no.
·        Para la realización se les facilitara materiales para que lo puedan completar.




SESIÓN 2: Cine: Blancanieves.

@ BUSCAMOS EN LA RED@

Antes de la visualización de la pelicula:
Ahora os toca investigar que significa el espejo y la manzana. Pon lo que creas conveniente.
Deja constancia de los links donde has recogido la información.

sábado, 2 de octubre de 2010

Barba Azul


CUENTO DE CHARLES PERRAULT









En otro tiempo vivía un hombre que tenía hermosas casas en la ciudad y en el campo, vajilla de oro y plata, muebles muy adornados y carrozas doradas; pero, por desgracia, su barba era azul, color que le daba un aspecto tan feo y terrible que no había mujer ni joven que no huyera a su vista.

Una de sus vecinas, señora de rango, tenía dos hijas muy hermosas. Pidiole una en matrimonio, dejando a la madre la elección de la que había de ser su esposa. Ninguna de las jóvenes quería casar con él y cada cual lo endosaba a la otra, sin que la otra ni la una se resolvieran a ser la mujer de un hombre que tenía la barba azul. Además, aumentaba su disgusto el hecho de que había casado con varias mujeres y nadie sabía lo que de ellas había sido.

Barba Azul, para trabar con ellas relaciones, llevolas con su madre, tres o cuatro amigos íntimos y algunas jóvenes de la vecindad a una de sus casas de campo en la que permanecieron ocho días completos, que emplearon en paseos, partidos de caza y pesca, bailes y tertulias, sin dormir apenas y pasando las noches en decir chistes. Tan agradablemente se deslizó el tiempo, que a la menor pareciole que el dueño de casa no tenía la barba azul y que era un hombre muy bueno; y al regresar a la ciudad celebraron la boda.

Al cabo de un mes Barba Azul dijo a su esposa que se veía obligado a hacer un viaje a provincias, que a lo menos duraría seis semanas, siendo importante el asunto que a viajar le obligaba. Rogole que durante su ausencia se divirtiese cuanto pudiera, invitara a sus amigas a acompañarla, fuera con ellas al campo, si de ello gustaba, y procurara no estar triste.

-Aquí tienes, añadió, las llaves de los dos grandes guardamuebles. Estas son las de la vajilla de oro y plata que no se usa diariamente; las que te entrego pertenecen a las cajas donde guardo los metales preciosos; estas las de los cofres en los que están mis piedras y joyas, y aquí te doy el llavín que abre las puertas de todos los cuartos. Esta llavecita es la del gabinete que hay al extremo de la gran galería de abajo. Ábrelo todo, entra en todas partes, pero te prohíbo penetrar en el gabinete; y de tal manera te lo prohíbo, que si lo abres puedes esperarlo todo de mi cólera.

Prometiole atenerse exactamente a lo que acababa de ordenarle; y él, después de haberla abrazado, metiose en el carruaje y emprendió su viaje.

Las vecinas y los amigos no esperaron a que les llamasen para ir a casa de la recién casada, pues grandes eran sus deseos de verlo todo, que no se atrevieron a realizar estando el marido, porque su barba azul les espantaba. Acto continuo pusiéronse a recorrer los cuartos, los gabinetes, los guardarropas, siendo sorprendente la riqueza de cada habitación. Subieron enseguida a los guardamuebles, donde no se cansaron de admirar el número y belleza de los tapices, camas, sofás, papeleras, veladores, mesas y espejos que reproducían las imágenes de la cabeza a los pies y en los que los adornos, los unos de cristal, de plata dorados los otros, eran tan bellos y magníficos que iguales no se habían visto. No cesaban de ponderar y envidiar la dicha de su amiga, que no se divertía viendo tales riquezas, pues la dominaba la impaciencia por ir a abrir el gabinete de abajo.

Empujola la curiosidad, sin fijarse en que faltaba a la educación abandonando a sus amigas, bajó por una escalerilla reservada, con tanta precipitación que dos o tres veces corrió peligro de desnucarse. Al llegar a la puerta del gabinete detúvose algún tiempo, pensando en la prohibición de su marido y reflexionando que la desobediencia podía atraerle alguna desgracia; pero la tentación era tan fuerte que no pudo vencerla, y tomando la llavecita abrió temblando la puerta del gabinete.

Al principio nada vio, debido a que las ventanas estaban cerradas. Al cabo de algunos instantes comenzaron a destacarse los objetos y notó que el suelo estaba completamente cubierto de sangre cuajada y que en ella se reflejaban los cuerpos de varias mujeres muertas y sujetas a las paredes. Estas mujeres eran todas aquellas con quienes Barba Azul había casado, a las que había degollado una tras otra. Creyó morir de miedo ante tal espectáculo y se le cayó la llave del gabinete que acababa de sacar de la cerradura.

Después de haberse repuesto algo, cogió la llave, cerró la puerta y subió a su cuarto para dominar su agitación, sin que lo lograse, pues era extraordinaria.

Habiendo notado que la llave del gabinete estaba manchada de sangre, la enjugó dos o tres veces, pero la sangre no desaparecía. En vano la lavó y hasta la frotó con arenilla y asperón, pues continuaron las manchas sin que hubiera medio de hacerlas desaparecer, porque cuando lograba quitarlas de un lado, aparecían en el otro.

Barba Azul regresó de su viaje la noche de aquel mismo día y dijo que en el camino había recibido cartas noticiándole que había terminado favorablemente para él el asunto que le había obligado a ausentarse. La esposa hizo cuanto pudo para que creyese que su inesperada vuelta la había llenado de alegría.

Al día siguiente le dio las llaves y se las entregó tan temblorosa, que en el acto adivinó todo lo ocurrido.

-¿Por qué no está con las otras la llavecita del gabinete? -Le preguntó.

-Probablemente la habré dejado sobre mi mesa, contestó.

-Dámela enseguida, añadió Barba Azul.

Después de varias dilaciones, forzoso fue entregar la llave. Mirola Barba Azul y dijo a su mujer:

-¿A qué se debe que haya sangre en esta llave?

-Lo ignoro, contestó más pálida que la muerte.

-¿No lo sabes? -replicó Barba Azul-; yo lo sé. Has querido penetrar en el gabinete. Pues bien, entrarás en él e irás a ocupar tu puesto entre las mujeres que allí has visto.

Al oír estas palabras arrojose llorando a los pies de su esposo y pidiole perdón con todas las demostraciones de un verdadero arrepentimiento por haberle desobedecido. Hubiera conmovido a una roca, tanta era su aflicción y belleza, pero Barba Azul tenía el corazón más duro que el granito.

-Es necesario que mueras, le dijo, y morirás en el acto.

-Puesto que es forzoso, murmuró mirándole con los ojos anegados en llanto, concédeme algún tiempo para rezar.

-Te concedo diez minutos, replicó Barba Azul, pero ni un segundo más.

En cuanto estuvo sola llamó a su hermana y le dijo:

-Anita de mi corazón; sube a lo alto de la torre y mira si vienen mis hermanos. Me han prometido que hoy vendrían a verme, y si les ves hazles seña de que apresuren el paso.

Subió Anita a lo alto de la torre y la mísera le preguntaba a cada instante.

-Anita, hermana mía, ¿ves algo?

Y Anita contestaba:

-Sólo veo el sol que centellea y la hierba que verdea.

Barba Azul tenía una enorme cuchilla en la mano y gritaba con toda la fuerza de sus pulmones a su mujer:

-Baja enseguida o subo yo.

-¡Un instante, por piedad! -le contestaba su esposa; y luego decía en voz baja-: Anita, hermana mía, ¿ves algo?

Su hermana respondía:

-Sólo veo el sol que centellea y la hierba que verdea.

-Baja pronto, bramaba Barba Azul, o subo yo.

-Bajo -contestó la infeliz; y luego preguntó-, Anita, hermana mía, ¿viene alguien?

-Sí, veo una gran polvareda que hacia aquí avanza...

-¿Son mis hermanos?

-¡Ay!, no, hermana mía; es un rebaño de carneros.

-¿Bajas o no bajas? -vociferaba Barba Azul.

-¡Un momento, otro instante no más! -exclamó su mujer; y luego añadió-: Anita, hermana mía, ¿viene alguien?

-Veo -contestó-, dos caballeros que hacia aquí se encaminan, pero aún están muy lejos. ¡Alabado sea Dios!, exclamó, poco después; ¡son mis hermanos! Les hago señas para que apresuren el paso.

Barba Azul se puso a gritar con tanta fuerza que se estremeció la casa entera. Bajó la infeliz mujer y fue a arrojarse a sus pies llorosa y desgreñada.

-De nada han de servirte las lágrimas, le dijo; has de morir.

Luego agarrola de los cabellos con una mano y levantó con la otra la cuchilla para cortarle la cabeza. La infeliz hacia él volvió la moribunda mirada y rogole le concediese unos segundos.

-No, no, rugió aquel hombre; encomiéndate a Dios.

Y al mismo tiempo levantó el armado brazo...

En aquel momento golpearon con tanta fuerza la puerta, que Barba Azul se detuvo. Abrieron y entraron dos caballeros, quienes desnudando las espadas corrieron hacia donde estaba aquel hombre, que reconoció a los dos hermanos de su mujer, el uno perteneciente a un regimiento de dragones y el otro mosquetero; y al verles escapó. Persiguiéronle tan de cerca ambos hermanos, que le alcanzaron antes que hubiese podido llegar a la plataforma le atravesaron el cuerpo con sus espadas y le dejaron muerto. La pobre mujer casi tan falta de vida estaba como su marido y ni fuerzas tuvo para levantarse y abrazar a sus hermanos.

Resultó que Barba Azul no tenía herederos, con lo cual todos sus bienes pasaron a su esposa, quien empleó una parte en casar a su hermanita con un joven gentilhombre que hacía tiempo la amaba, otra parte en comprar los grados de capitán para sus hermanos y el resto se lo reservó, casando con un hombre muy digno y honrado que la hizo olvidar los tristes instantes que había pasado con Barba Azul.



ACTIVIDADES.

  • Enseñamos imagenes de personajes y tienen que imaginar que son en el cuento y que funcion realizan.
  • Posteriormente, deberan de improvisar como es el cuento de Barba Azul entre todos, creando así, su propio cuento interpretado.
  • Otra opción que hemos realizado es que dibujen el personaje del cuento que más le haya gustado o se imaginaran el cuento y lo dibujaran.

@ EN LA RED@

Los tres cerditos.

CUENTO POPULAR:


Había una vez tres cerditos que eran hermanos, y se fueron por el mundo a buscar fortuna. A los tres cerditos les gustaba la música y cada uno de ellos tocaba un instrumento. El más pequeño tocaba la flauta, el mediano el violín y el mayor tocaba el piano...
A los otros dos les pareció una buena idea, y se pusieran manos a la obra, cada uno construyendo su casita.
- La mía será de paja - dijo el más pequeño-, la paja es blanda y se puede sujetar con facilidad. Terminaré muy pronto y podré ir a jugar.
El hermano mediano decidió que su casa sería de madera:
- Puedo encontrar un montón de madera por los alrededores, - explicó a sus hermanos, - Construiré mi casa en un santiamén con todos estos troncos y me iré también a jugar.
El mayor decidió construir su casa con ladrillos.
- Aunque me cueste mucho esfuerzo, será muy fuerte y resistente, y dentro estaré a salvo del lobo. Le pondré una chimenea para asar las bellotas y hacer caldo de zanahorias.

Cuando las tres casitas estuvieron terminadas, los cerditos cantaban y bailaban en la puerta, felices por haber acabado con el problema. De detrás de un árbol grande surgió el lobo, rugiendo de hambre y gritando:
- Cerditos, ¡os voy a comer!
Cada uno se escondió en su casa, pensando que estaban a salvo, pero el Lobo Feroz se encaminó a la casita de paja del hermano pequeño y en la puerta aulló:
- ¡Soplaré y soplaré y la casita derribaré!
Y sopló con todas sus fuerzas: sopló y sopló y la casita de paja se vino abajo. El cerdito pequeño corrió lo más rápido que pudo y entró en la casa de madera del hermano mediano.
De nuevo el Lobo, más enfurecido que antes al sentirse engañado, se colocó delante de la puerta y comenzó a soplar y soplar gruñendo:
- ¡Soplaré y soplaré y la casita derribaré!
La madera crujió, y las paredes cayeron y los dos cerditos corrieron a refugiarse en la casa de ladrillo del mayor.El lobo estaba realmente enfadado y hambriento, y ahora deseaba comerse a los Tres Cerditos más que nunca, y frente a la puerta bramó:
- ¡Soplaré y soplaré y la puerta derribaré! Y se puso a soplar tan fuerte como el viento de invierno

Sopló y sopló, pero la casita de ladrillos era muy resistente y no conseguía su propósito. Decidió trepar por la pared y entrar por la chimenea. Se deslizó hacia abajo... Y cayó en el caldero donde el cerdito mayor estaba hirviendo sopa de nabos. Escaldado y con el estómago vacío salió huyendo hacia el lago
Los cerditos no le volvieron a ver. El mayor de ellos regañó a los otros dos por haber sido tan perezosos y poner en peligro sus propias vidas.







Hemos trabajado el cuento de los tres cerditos con las siguientes actividades.

Actividades:

  • Se facilita el texto quitando palabras para que incluyan las palabras que crean más conveniente.
  • Despues, leemos el texto para ver la version nueva que hemos creado.
  • Dibujamos lo que mas nos haya gustado del cuento.
  • Para los mas pequeños, hemos contado el cuento y en los huecos ,la educadora o educador ha realizado gestos para que lo adivinen.


 @ UTILIZAMOS LA RED: @
En los siguientes enlaces podemos conocer mas sobre el cuento de los tres cerditos.

power point dinamizado
http://www.leemeuncuento.com.ar/trescerditos.html

video :
 http://www.youtube.com/watch?v=JXoAmDDPZz4

cuento en inglés:
http://www.pequeocio.com/cuento-de-los-tres-cerditos-en-ingles/

Video en inglés:
http://www.youtube.com/watch#!v=G5hI9U19-m0&feature=related